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Nov 20, 2011

Los barriletes son como los sueños


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Que es un barrilete? Un barrilete es un Objeto Volador Identificado (OVI) que tiene un esqueleto hecho de varillas de madera o bambú que da soporte a una superficie de papel de china o de nylon. Los hay de muchas formas y gustos. Por ejemplo, pueden ser hexagonales o de formas aerodinámicas más complejas. Estos últimos pueden tener forma de mariposas, jets ultrasónicos, o ángeles voladores.
En Guatemala estas construcciones pajarescas causan fascinación. Si vuelas un barrilete te das cuenta que eres capaz de trascender tu espacio inmediato. El barrilete remonta el vuelo e irrumpe en el cielo alterando su equilibrio. Se convierte en cometa que colorea las alturas.
A algunos barriletes se les coloca también una “zumba” en un arco. La zumba vibra y produce un sonido chillón. Así, el barrilete perturba también el equilibrio sonoro de la bóveda celeste.

El barrilete representa los sueños que se elevan, que simultáneamente luchan contra el viento y se apoyan en él.  
Cuando el viento es muy fuerte y la estructura del barrilete es frágil, las varillas de bambú se quiebran. El barrilete se queda sin estructura, pierde aliento de vida, y se desploma como un robot sin energía. Nos entristecemos por unos segundos mientras lo vemos caer. Pero sin pensarlo mucho nos bajamos del tejado y corremos, fijamos la mira en él, perdemos de vista nuestro propio camino, y seguimos su trayectoria de caída libre hasta que aterriza a varias cuadras de distancia.

Los barriletes son como los sueños, unos vuelan más alto que otros.  
A veces creamos un barrilete más grande y más fuerte. Lo hacemos con varillas más gruesa, usamos doble forro de papel de china, o un nylon resistente, y desarmamos varios morrales para sacar pita. Este barrilete volará más alto. Le colocamos un arco menos pesado y más delgado, y desarmamos moñas de regalo para hacer nueva zumbas, más  angosta y mas chillona. Este barrilete se eleva de forma caballeresca, orgullosa, y majestuosa. Coquetea como un niño travieso. Va danzando mientras sube. Mueve un lado del arco hacia arriba, y luego el otro. Si no has visto a una bailarina africana en un baile tradicional, ve cuidadosamente la forma en que un barrilete asciende. Imagina que los hombros de la danzante son las dos puntas del arco. Seguramente las danzas africanas fueron inspiradas por un barrilete de Sumpango.

Si Cervantes hubiera viajado en el tiempo para ver los barriletes de Sumpango, sin duda habría proveído de un barrilete a Don Quijote y de otro más a Sancho. Don Quijote habría atado el barrilete a la silla de Rocinante. Luego don Quijote, montado en Rocinante, lo habría hecho galopar hasta que el barrilete diera con las aspas de los molinos de viento. Conociendo a Cervantes, sin embargo, Rocinante se hubiera enredado en la pita del barrilete, y hubiera caído de bruces dando don Quijote en el suelo con tanta fuerza que se le habrían roto todos los dientes.

Los barriletes son como los sueños, llevan y traen mensajes.
El antiguo volador veía al barrilete como un mensajero espiritual. El coloca un mensaje en la pita o el hilo, o lo ata a la cola. Puede también insertar el mensaje entre las varillas. En realidad no hay reglas para esto. Lo que importa es que el mensaje se eleve por los aires y suba al cielo. En esa dirección están los seres queridos que han muerto. Esa trayectoria ascendente han tomado las almas de los seres lindos a quien el volador de barriletes ama y recuerda.

El barrilete toma el mensaje con mucha responsabilidad. Es el emisario sagrado de un mensaje profundo a las almas en el cielo. El volador de barriletes derrama unas lagrimas mientras coloca el mensaje. El mensaje puede decir muchas cosas, es un menaje corto. Es un “te extraño,” “te quiero,” “estoy bien y espero que tu también lo estés,” o quizá “te mando un gran abrazo y un gran beso.” Por la brevedad de los menajes algunos estudiosos dicen que el barrilete fue el precursor de Twitter. Esta tesis actualmente se debate en los círculos académicos sobre medios sociales, sin que se anticipe un acuerdo general. Lo cierto es que el barrilete es un emisario espiritual, entre este mundo y el otro.

Si los barriletes son como los sueños, los voladores de barriletes son soñadores.
Los adultos que vuelan barriletes son muy pocos. Bolar un barrilete significa regresar a ser niño y ver el mundo con ojos de soñador. Quizá volvemos a ser niños cuando nos convertimos en padres. Y esto ocurre porque el padre o la madre usualmente enseña al niño a volar su primer barrilete.

Los barriletes son como los sueños a algunos se los lleva el viento.
Pero un barrilete también es como un gran sueño: para que se haga realidad debe volar muy alto. A su altura máxima da emoción a quien lo vuela, da el sentimiento de victoria y de misión cumplida. Se produce el éxtasis cuando el barrilete alcanza su altura mayor, cuando ya no hay más pita que dar. 
Estas reflexiones se publicaron en el ultimo numero de Carretera News
Fuente de la foto. 

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